El ransomware ha sido uno de los tipos de malware que más ha aumentado en los últimos tiempos. Es, seguramente, lo que más problemas ha causado a los usuarios y empresas junto a la minería oculta de criptomonedas. Los datos son demoledores, como vamos a mostrar en este artículo. Según informan desde la empresa estadounidense de seguridad, Malwarebytes, 2017 ha sido un año de éxito para los ciberdelincuentes. Han crecido prácticamente todos los tipos de malware en este periodo. Pero si hay uno que ha roto todos los registros ha sido el ransomware.
El ransomware creció imparable en 2017
Según el informe de Malwarebytes sobre el estado del malware durante 2017, los ataques de ransomware contra los consumidores aumentaron más del 93%. Por su parte, los ataques de contra las empresas aumentaron un 90%. Sin duda son cifras más que significativas y nos muestran la importancia de navegar de forma segura.
Del total de 2017, el mes de septiembre fue el más activo. Por su parte, el período comprendido entre julio de 2017 y septiembre de 2017 registró un aumento del 700% en los ataques de ransomware en general, en comparación con el mismo período en 2016.
La empresa de seguridad dice que la mayoría de las detecciones de ransomware durante el año pasado vinieron de familias como WannaCry, Locky, Cerber y GlobeImposter. Estas fueron algunas de las campañas más importantes.
Tres grandes brotes
Ver el ransomware entre las principales amenazas de Malwarebytes de 2017 no es una sorpresa si recordamos que 2017 vio tres grandes brotes de ransomware: WannaCry, NotPetya, BadRabbit. Estos causaron decenas de miles de víctimas en todo el mundo. Puso en jaque a grandes empresas multinacionales.
A pesar de esto, el ransomware autoexpansible no era un problema tan grande. La mayoría de las infecciones provenían de campañas simples de spam y kits de publicidad maliciosa.
Disminución a final de año
Mientras las infecciones continuaban creciendo, Malwarebytes indica que hacia el final de año, el dominio del ransomware lentamente comenzó a disminuir.
Indican que a principios de 2017 parecía que todo iba a girar en torno al ransomware. Sin embargo los ciberdelincuentes poco a poco volvieron a métodos más tradicionales. Aumentaron los troyanos bancarios, por ejemplo, así como el spyware. También, más recientemente, se han pasado a la minería de criptomonedas. Esto aprovechando el auge de las criptodivisas que cada vez ha atraído a más inversores.
Si hablamos de cifras, Malwarebytes detuvo nada menos que 8 millones de intentos de minería de criptomonedas en los navegadores, cada día. Además, durante la segunda mitad de 2017, el aumento de troyanos bancarios fue de un 102%.
Especialmente las estafas relacionadas con las criptomonedas aumentaron en función del crecimiento del valor del Bitcoin. Es lógico: mientras más valor tiene una cosa, más interesa a los delincuentes.
En cualquier caso, pese al aumento de otros tipos de malware, el ransomware fue lo más destacado del pasado año. Como sabemos, los ciberdelincuentes secuestran los archivos y datos de los equipos. A cambio piden un rescate a la víctima. Además, este rescate suele ir ligado al Bitcoin, ya que es la moneda que piden en muchas ocasiones. Eso sí, vimos que en las últimas semanas ha perdido importancia.